La contaminación de los ríos consiste en la incorporación al agua de
materiales considerados como extraños: productos químicos, microorganismos,
aguas residuales, residuos industriales y otros.
Este un problema anterior incluso
a la contaminación ambiental que se incrementó al aumentar el número de
personas que se instalaban en las ciudades a orillas de ríos. Con el
crecimiento de la población en estas ciudades también aumentó el volumen de
desperdicios orgánicos y químicos debido a los desagües de las cloacas y al
desarrollo industrial, que creció tanto que llegó a cambiar la composición
natural de las aguas afectando tanto a la fauna y la flora que se alimenta de
ellas como a los humanos que la beben.
Las grandes empresas producen
cantidades descomunales tanto de gases perjudiciales a la atmósfera como de
residuos tóxicos que van a parar a los ríos. Muchas de ellas tras haber
provocado daños en sus países y una vez establecidas leyes para evitar su instalación,
emigraron a países subdesarrollados donde no existían esas leyes y así
provocaron nuevos daños en estos. Esto ha provocado el traslado de poblaciones
numerosas que habitaban a orillas de ríos de los cuales extraían lo necesario
para vivir, desde el punto de vista alimenticio pero también como generación de
ingresos.
Son las mismas fábricas que se
instalan en las orillas de estos ríos para utilizar sus aguas para sus ciclos
productivos las que después vierten a su cauce todo tipo de productos químicos
contaminantes y nocivos. La pesca se convierte entonces en un peligro y beber de
esta agua en un riesgo.
Igual de contaminante es el uso de
pesticidas, insecticidas… que muchas veces son esparcidos por fumigaciones por
medio de aviones cayendo parte de estos en los ríos.
Desde la caída del agua
procedente de la lluvia, ésta lleva a cabo un recorrido: antes de
llegar al
suelo incluso, a veces recibe su primera carga contaminante, como óxidos de
azufre y de nitrógeno que la convierten en lluvia ácida. Una vez en el suelo,
el agua discurre por la superficie y se infiltra por las capas subterráneas
convirtiéndose en agua de escorrentía, que en las primeras capas del suelo y
las granjas se puede cargar de pesticidas, mientras que en las ciudades
arrastra productos como aceite de agua, metales pesados y nafta.
Todos estos problemas traen
consigo determinadas consecuencias las cuales afectan a la salud humana: las
cuencas hídricas puedes resultar dañadas perdiendo su biodiversidad en el
ecosistema acuático, esto afecta a la calidad de vida de los individuos que
residen allí provocando en algunos casos
intoxicaciones agudas, trastornos gastrointestinales o la muerte.
Los organismos contaminantes
pueden ingresar en el organismo a través de la ingesta directa del agua en mal
estado pero también a través del consumo de peces que habitan en estas aguas.
Fuente: http://www.agua-mineral.net |
Los
lagos son especialmente vulnerables a la contaminación. La eutrofización, que
se produce cuando el agua se enriquece de modo artificial con nutrientes,
produce un crecimiento anormal de las plantas. Los fertilizantes químicos
arrastrados por el agua de los campos de cultivo pueden ser los responsables de
esto. El proceso de eutrofización puede ocasionar problemas estéticos, como mal
sabor y olor, y un acumulamiento de algas o verdín desagradable a la vista. La
pérdida de oxígeno de las aguas ha dejado a muchos lagos desprovistos de vida.
Fuente: http://www.ucm.es |
Las
zonas más contaminantes del territorio español se encuentran en primer lugar en
Almaden, Ciudad Real, allí existe un vertedero de doce mil toneladas de
residuos tóxicos. Seguidamente Flix, Tarragona, que concentra quince puntos de
vertido de sustancias tóxicas al Ebro de una empresa de productos clorados. En
Vilasec, Tarragona, se vierten al suelo residuos tóxicos contaminados con
disolventes, metales pesados y dioxinas procedentes de una fábrica productora
de PVC. Se afirma que esta empresa arrojó a lo largo de años grandes toneladas
de residuos a un descampado de la zona. Los niveles de contaminación son tan
altos que solo se conocen dos casos más elevados en todo el planeta. En Huelva
se encuentra el conjunto del Polo Petroquímico donde se han encontrado los
contenidos de cobre, plomo y zinc más altos del mundo. Martorell, Barcelona,
tiene una fábrica de PVC condenada anteriormente por verter sustancias cloradas
y dioxinas al rio Llobregat. Además tiene varias incineradoras que también
aportan sustancias tóxicas al medio. Portman, Murcia, presenta una alta
concentración de metales pesados procedentes de una empresa minera. En Euskadi
encontramos grandes cantidades de residuos depositados en las márgenes del río
Nervión procedentes de las acerías. Además hay una gran contaminación producida
por vertidos de lindane de antiguas empresas cerradas que han dejado la
herencia de miles de toneladas de residuos altamente tóxicos. En Zaramillo, Vizcaya, se sigue produciendo y
comercializando con clorofluorocarbonos, responsables de la destrucción de la
capa de ozono y a pesar de tratarse de una actividad prohibida en Europa. En
Sabiñánigo, Huesca, también encontramos miles de toneladas de residuos de
lindane, y por último en Pontevedra se registran unos niveles elevadísimos de
contaminación de las rías por cloro que vierten las papeleras.
Fuente: http://edudelsur.dyndns.info |
Se
han llevado a cabo numerosas leyes para la administración y gestión de este
recurso con el fin de preservarlo para su mantenimiento futuro.
La
normativa vigente en materia de aguas se encuentra dispersa en una amplia
variedad de herramientas legislativas en distintos niveles de competencia, el europeo
(directivas), nacional (real decretos, órdenes, etc.) o autonómico (leyes,
decretos legislativos), ámbitos de aplicación (aguas de consumo humano, aguas
subterráneas, aguas destinadas a la producción de agua potable, etc.), y
aspectos a regular (parámetros de calidad, frecuencias de muestreo y análisis,
etc.).
A
nivel nacional se realizó la Ley de Aguas de 1985, documento básico para la
gestión del agua en el territorio español, fue derogada para ponerse vigente la
Ley 25/1985, la cual defendía que “el
agua es un recurso natural escaso, indispensable para la vida y para el ejercicio de la
inmensa mayoría de les actividades económica; es irreemplazable, no ampliable por la mera
voluntad del hombre, irregular en su forma de
presentarse en el tiempo y en el espacio, fácilmente vulnerable y
susceptible de usos sucesivos.”
Desde
la publicación de la Ley de Aguas y la
incorporación de España a la Unión Europea han sido muchas las medidas
legislativas que se han ido adoptando con la finalidad de proteger los recursos
hídricos existentes y de armonizar
nuestra legislación con la europea.
A
nivel nacional también, existe el Plan Hidrológico Nacional, responsable de
resolver los problemas existentes entre las distintas cuencas españolas y de
realizar un política global para todo el Estado; por ello debe gestionar el
desequilibro de recursos hídricos entre las distintas cuencas españolas. Además
se ha adoptado el Real Decreto 140/2003,
en el cual se establecen los criterios sanitarios de la calidad del agua
de consumo humano.
Fuente: http://educasitios.educ.ar |
A
nivel europeo existe la Directiva Marco europea del Agua, que se caracteriza
por presentar una visión global y un marco de acción local, se especifican las
medidas a tomar para conseguir la protección integrada del agua y la calidad
química y ecológica de ésta, mediante la reducción progresiva de la contaminación existente y mediante
el cese o la progresiva eliminación de vertidos, emisiones y fugas.
Se
ha adoptado recientemente a nivel europeo también la Directiva 2006/118/CE relativa a la
protección de las aguas subterráneas contra la contaminación y el deterioro, y
se ha propuesto otra relativa a las normas de calidad ambiental de la política
de aguas y en la que se definen concentraciones máximas admisibles y medias
anuales para las sustancias consideradas como prioritarias y otros
contaminantes en aguas superficiales.
Fuente: http://educasitios.educ.ar |
Como
hemos visto pues, existen fuertes leyes para proteger el agua pero
lamentablemente estas buenas intenciones no siempre son acompañadas de forma
continua. Lo primero que se debería hacer pues es cumplir estas leyes vigentes.
Debería reducirse el uso excesivo de nutrientes y pesticidas químicos, evitarse
la destrucción de los humedales y restablecerlos siempre que sea posible,
mejorar el tratamiento de aguas residuales, parar la deforestación de los
bosques, puesto que estos actúan como una esponja y absorben las lluvias,
evitando que estas corran directamente en los arroyos estando más expuestas al
suelo y recogiendo así más sustancias contaminantes.
El
agua es fundamental para la vida, dos terceras partes de la Tierras son agua y
el 70% de nuestro cuerpo también lo es, sin embargo, el agua es el recurso más
amenazado del mundo.
Es
problema al que nos enfrentamos es grande y recuperar algunos ecosistemas
acuáticos un desafío muy complejo que algunas veces es imposible. La
contaminación provoca ya unos costes sociales y ambientales muy elevados que
aumentarán en el futuro. Solo si
logramos eliminar las fuentes de contaminación en su origen podremos asegurar
un fututo sin tóxicos. Los lagos y ríos pueden convertirse en desiertos,
debemos respetar la naturaleza, podemos satisfacer nuestras necesidades sin
dañarla y asegurándoselas a generaciones futuras.
Debemos concienciarnos de
que el agua es fundamental para la vida, sin ella no podría subsistir ningún
ser vivo. Ya no solo para su hidratación, sino también para su uso diario. Ese
es un problema de todos y está en nuestras manos la conservación y también la
destrucción de este recurso natural.
Cynthia Clavería
Fuentes:
http://ntic.uson.mx
http://elblogverde.com
http://www.ecured.cu
http://www.greenpeace.org/espana/es/
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